LAS MUJERES SOMOS NUESTRAS PEORES ENEMIGAS
Siempre me ha asombrado la capacidad que tenemos las mujeres para echar por tierra todos los logros de nuestras homónimas. Cuando una mujer es guapa siempre salta alguna que dice "ya pero tiene un montón de celulitis". Si tiene tipazo ya va otra que suelta"pero es igual que una gamba, se aprovecha todo menos la cabeza". Sin mencionar el tópico de "guapa y tonta" o "lista y fea".
¿Os habéis fijado en todas esas mujeres que de repente adelgazan y cuando les preguntas qué han hecho, te sueltan una lindeza del tipo "¿Hacer? ¡nada! Pasear el perro". Vamos a ver salada si desde niña has sido un botijo (que lo sé yo) y de repente, en tan sólo cuatro meses, has adelgazado quince kilos por pasear al perro como es que no has empezado antes ¡Ja! ¡A otro perro con ese hueso! Pero vamos a ver, alma de Dios, por qué no le cuentas a tu amiga gordita qué coño de régimen has hecho ¡Ella también quiere estar delgada! ¡Tú has sido gorda tienes que entenderla! ¡Pues no señor! Ella erre que erre que no ha hecho nada ¡Ayyyy!
Y todas esas mujeres que tienen hijos y que, casualidades de la vida, siempre se han quedado embarazadas al primer intento. Que no digo que no las halla, que claro que sí, pero también hay otras que al ver a su amiga del alma desesperada porque el bebe no llega se dedica a decirle lindezas como "chica pues no sé, yo me quede a la primera"(animando a la chica como debe ser); "claro os lo pensasteis tanto que ahora ya eres mayor y no te quedas tan fácil" (llamándote vieja a la cara) ; "¡ufff! Pues ya veras en la Seguridad Social hay una lista de espera larguísima, no sé si te llamarán antes de los cuarenta" (terminando de rematar la faena).
¿Y qué me decís de la ropa? Si la vecina es un desastre total la llamamos tirada si es una fan incondicional de Carolina Herrera la llamamos pija, si viste recatada monja y si va escotada y con minifalda puta.
Pero donde de verdad el espíritu competitivo de las mujeres llega a su máximo esplendor es cuando nos convertimos en madres. Todas queremos ganar la medalla de oro en las olimpiadas de la maternidad, nuestro hijo tiene que ser el más guapo, el más listo y el más ágil del parque. Precisamente en los parques es cuando más se ve ese espíritu competitivo, niños jugando mientras madres sentadas en los bancos pugnan por ver quién cuenta la hazaña más asombrosa de su retoño. Quién es el niño más gracioso o cual de ellos se sube al tobogán más alto. Porque el que nuestro hijo sea alto, guapo, listo y corra como el viento no es merito del niño ni de unos genes privilegiados ¡qué va! El que sea todas esas cosas es merito de su madre que lo educa la que mejor, lo viste la que mejor y le da de comer los alimentos más nutritivos. Esa madre le da a su hijo cinco piezas de fruta al día, medio litro de leche, carne dos veces por semana y pescado un mínimo de tres. Lo acuesta a las nueve de la noche después de haberle leído un cuento y jugado con él un mínimo de una hora. Nunca jamás lo enchufa a la tele para quitárselo de encima y nunca nunca jamas se cansa de ser madre ¿Y sabéis lo peor? Que cuando alguna de estas supermamás me cuenta estas cosas yo me las creo y me siento mal.
Así que aquí estamos las mujeres poniéndonos zancadillas las unas a las otras como si la vida, ya de por sí, no nos pusiese suficientes. Así que para empezar a predicar con el ejemplo os dire que este verano he adelgazado siete kilos porque he hecho régimen y me he levantado todos los días a las seis y media de la mañana para hacer ejercicio. Efectivamente sí que me quedé embarazada a la primera , pero en mi primer embarazo sufrí un aborto. En lo de vestir depende del momento igual soy la más fashion de la fiesta o, como cuando vengo a trabajar, soy la más tirada del mundo. Y como madre en lo único que soy implacable es en la hora de ir para la cama y si lo soy es por comodidad propia, así puedo tener vida de adulto de nueve a doce. Y sí mi hija es muy guapa y muy lista y se sube al tobogán más alto pero la verdad es que yo no tengo nada que ver porque nunca la llevo al parque siempre va con sus abuelos o con su tía y es que su madre no tiene tiempo para ser una supermami.
Y vosotros pensáis que la mujeres somos nuestras peores enemigas o yo soy la única que lo piensa.
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